Recuerdo muy bien aquel día, era junio del 99, yo era muy pequeña, recién cumplía los 10 años... 10 años en los que sólo conocí a mi abuela paterna. Mis otros dos abuelos ya habían fallecido. Sólo estaba mama Lucy, madre de mi padre y tu, papa Antonio, padre de mi madre.
Esa mañana, día bendito, día en el que por fin mi madre sintió un alivio... entraste por aquella puerta pequeña, tu, eras aún más pequeño. Soy tu abuelo dijiste, Antonio es mi nombre. Entonces vi tu rostro y, comparé con el mio, sé que tengo tu rasgos, sé que tengo algo tuyo.
Hasta ese día jamás había visto a un abuelo mio; pero que dicha, habías llegado a casa, mis hermanos y yo estábamos felices. Papá te recibió como todo un yerno amoroso, él te quiso yo lo vi, sus ojos se enrojecieron al saber de tu noticia.
Es imposible olvidar los momentos que estuviste aquí, siempre preocupándote por nosotros, sobre todo tus nietos. Yo era feliz, y más feliz con mi casaca amarilla de los 7 enanitos, que tu obviamente me la compraste. Recuerdo tus historias, el gusto por la carpintería y tu trabajo en el Banco aquí en Cusco. También hablaste de mi abuela y los motivos por los cuales te alejaste de ella, tema de mayores pensaba, y hoy lo sigo creyendo; no me importa por que te alejaste de ella o de mi madre, no me importaba tu pasado, eras tu mi abuelo, contándonos historias de aquellos tiempos. Yo te quise abuelo.
danaScobar
